Adecuación de la colección a las necesidades de enseñanza
Evaluar el grado de adecuación de la colección a las necesidades de enseñanza permite determinar en qué medida la biblioteca puede responder a la demanda de la bibliografía requerida por los alumnos y docentes de las distintas carreras que se imparten en la institución universitaria.
Las fuentes de datos que proponemos para llevar a cabo este tipo de evaluación son:
- Los planes de estudio vigentes de las carreras que se imparten en la institución;
- Los programas de las asignaturas de cada carrera;
- El catálogo de la biblioteca
Minería y estructuración de datos
De cada plan de estudios realizaremos un relevamiento de las asignaturas que lo componen. Para cada asignatura identificada se obtendrá el programa vigente. En una planilla de cálculo o en una base de datos se sugiere registrar los siguientes datos:
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Nombre de la asignatura
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Nombre de la carrera a la que pertenece
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Año del programa
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Año de la carrera en la que se imparte la asignatura (1º, 2º, 3º, 4º, 5º, etc. según corresponda en función de los años de duración de la carrera) (preferible)
De la bibliografía de cada programa registrar:
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Tipo documental
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Autor/es, Título, Edición, Editor, Año (para monografías)
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Título, Año, Volumen, Número (para publicaciones periódicas)
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Prioridad (BO = bibliografía obligatoria; BA = bibliografía ampliatoria)
Como ejemplo realizamos la minería de datos aplicada al caso del plan de estudios de la carrera Licenciatura en Bibliotecología y Ciencia de la Información (BCI) de una institución universitaria, para medir la adecuación de la colección de libros a las necesidades de enseñanza de esta carrera. Seleccionamos los programas de todas las asignaturas del plan, y registramos los siguientes datos en una planilla: nombre de la asignatura, año del programa vigente, título, autor, editor, año de publicación, tipo documental y prioridad (BO=bibliografía obligatoria y BA=bibliografía ampliatoria). Una vez registrada la bibliografía de los programas, procedemos a clasificar la bibliografía por tipo documental y calculamos el número y porcentaje de títulos de cada tipo. En el caso del ejemplo encontramos que el mayor porcentaje de la bibliografía obligatoria y recomendada son libros (93,7%). De este modo vemos que analizando este segmento de la colección estamos midiendo la adecuación de más del 90% de las necesidades bibliográficas de la carrera.
Realizamos las búsquedas en el catálogo de la biblioteca, título a título, para determinar la existencia o no de los mismos en la colección. Si el título se encuentra en la colección agregamos su signatura topográfica en una columna y la cantidad de volúmenes existentes en otra.
A modo ilustrativo incluimos a continuación un fragmento de la planilla de recolección de datos:
Minería de información
Como resultado de la comparación con el catálogo tendremos la cantidad de libros localizados y no localizados en la colección. Para el caso del ejemplo, del total de los títulos de libros de la lista (387) encontramos 225 en la colección de la biblioteca. Como vemos en la siguiente tabla, esto representa el 58% de los títulos de libros incluidos en la bibliografía de los programas, y es una medida de la adecuación de la colección a las necesidades de enseñanza de grado en BCI en la institución universitaria seleccionada.
Podemos realizar asimismo análisis más específicos para determinar el grado de adecuación con respecto a la bibliografía obligatoria (BO) y ampliatoria (BA). Para ello realizamos los recuentos de libros localizados y no localizados según prioridad.
En el caso estudiado encontramos que el grado de adecuación de la colección a la bibliografía obligatoria es del 59%, y el de la ampliatoria del 55%.
De este modo podemos tener una estimación global de la adecuación de la colección. Este procedimiento se podría repetir (con las adaptaciones de cada caso) a los otros tipos documentales.
Si realizamos esta evaluación con todos los programas de estudio de las carreras que se imparten en la institución llegaríamos a tener una estimación objetiva del grado de adecuación de la colección en perspectiva comparada, como el que mostramos en la siguiente tabla.
De este modo podríamos saber en qué programas académicos la colección puede responder más satisfactoriamente a las necesidades de enseñanza (en la tabla del ejemplo sería el caso de Letras con un porcentaje de adecuación del 75%), y en cuáles habría que mejorar la capacidad de respuesta prioritariamente (Filosofía y Geografía).
Por otra parte, el tipo de relevamiento realizado nos permite conocer cuáles son los títulos existentes y los faltantes. Esto significa que el resultado de la evaluación no sólo aporta datos objetivos para justificar la necesidad de mejora de la colección; también arroja datos puntuales sobre los títulos que habría que adquirir para incrementar la capacidad de respuesta de la biblioteca.